En momentos que hay una alta oferta de viviendas producto de la crisis económica persistente, el interesado en adquirir un piso debe tomar en cuenta algunos aspectos, como las razones por la que se vende el piso, a menos que sea obra nueva, y saber ajustar el precio a su favor, de tal forma que pueda ahorrarse algo de capital.
Informarse acerca de las tendencias del mercado
El comprador siempre debe estar pendiente de la actualidad en el mercado inmobiliario, sobre todo en cuanto a precios, los cuales pueden variar de acuerdo a la zona en la que viva, la clase de piso o vivienda que compre y su antigüedad. Para esto, hay que ver en Internet los diversos anuncios web que existen donde se hable de comprar o vender pisos.
Por ende, si el interesado es habilidoso, en momentos que la economía no anda bien podría lograr hasta un descuento de 30% sobre el valor del inmueble.
Conocer bien las características del piso y la edificación donde se ubica
Muchas veces (sobre todo cuando se trata de obra nueva), los vendedores comentan acerca de segundas o terceras etapas de construcción en el complejo donde está ubicado el piso a adquirir. Es una manera de convencer a los clientes para que compren el inmueble, pero realmente no se debe creer cosas que no se puedan comprobar. El precio del piso debe establecerse con respecto a lo que sea tangible al momento de la compra-venta, a menos que hayan proyectos firmados que signifiquen (a futuro) una revalorización, pero es algo que no ocurrirá en el momento de la adquisición. Por ende se tiene que pensar solo en el presente y no en supuestos.
El comprador debe evitar caer en estos argumentos para que no realice una compra forzada y menos cuando se trata de una inversión muy importante que consiste en un techo para su familia. Es cuestión de sentarse con cabeza fría a analizar el entorno y todas sus variables, y se logra evitar una toma de decisiones precipitadas.