Eleazar Sulbarán

Los aceites sintéticos, son sustancias que se colocan de manera líquida entre las piezas móviles del motor de un vehículo, el cual no se degrada o evapora ante la acción del calor ya que conforma una película cuya función es impedir el contacto entre estas partes que están en movimiento constante, en especial, cuando existen temperaturas y presiones muy elevadas.

Los aceites sintéticos pueden clasificarse según su grado de viscosidad. Por ende, entre los tipos de lubricantes podemos encontrar aceites sintéticos monogrados, los cuales pueden trabajar a una temperatura determinada. Algunos de estos aceites monogrados son SAE 40, SAE 10, SAE 30, entre otros.

En el mercado también se pueden encontrar aceites multigrados, los cuales pueden hacer su trabajo en bajas y altas temperaturas.

Por ende, se pueden encontrar lubricantes del tipo 15W-40 que a bajas temperaturas sería un aceite sintético monogrado de viscosidad baja (SAE 15), mientras que con temperaturas muy altas seria de viscosidad elevada (SAE 40).

La versatilidad de los aceites sintéticos multigrados le da una mayor protección al motor, independientemente de las temperaturas alcanzadas y del entorno climático que rodee al vehículo, ya que cuenta con una serie de polímeros o aditivos para motor que ayudan a que el aceite deje de tener viscosidad al calentarse.

Los líquidos para realizarle la lubricación al vehículo, pueden clasificarse según su naturaleza.

Existen aceites minerales o convencionales, los cuales se obtienen directamente del proceso de refinación del petróleo y en su composición se pueden encontrar diversos compuestos químicos y petróleo crudo.

Por otra parte, están los aceites de motor sintéticos que se preparan en laboratorios pero a partir de compuestos con un bajo peso molecular.

Sus principales ventajas consisten en su estabilidad térmica ya que no se desgastan si trabajan a temperaturas elevadas.

Esta cualidad es recomendada para coches con motores turbo-alimentados que gracias a esta clase de aceites se pueden mantener limpios. Además, los aceites sintéticos trabajan de forma muy fácil a temperaturas bajas, lo que ayuda a que el motor arranque bien en climas fríos ya que su volatilidad no es muy alta, con lo que se logra un menor consumo.